En el parque Miguel Servet de Huesca se ubica uno de los símbolos de la capital de provincia. Se trata de la obra que Ramón Acín, artista oscense nacido en 1888, dejó como legado a su ciudad natal: el monumento a Las Pajaritas. Al pasear por el pulmón de Huesca, los locales y los visitantes se encuentran con esta escultura de hierro y cemento engalanada con los colores de la ciudad, el blanco y el verde, que corona un paseo arbolado.
Consta de dos grandes y blancas figuras de papiroflexia que se miran la una a la otra, en chapa de hierro doblada: 1´25 x 1´20 m cada pajarita. Y que se asientan sobre unos cubos verdes. Forman parte de un pequeño rincón destinado a parque de los niños en un lateral del parque de Miguel Servet, prácticamente enfrente de la antigua Escuela Normal de Maestros.
Aunque el título original que Ramón Acín dio al monumento en 1929 fue “Fuente de las pajaricas, instalada en el parque de los niños de Huesca”, en el número del 15 de noviembre de 1929 de La Gaceta Literaria, se publicó una diminuta fotografía de las Pajaritas con este pie: “Monumento a la pajarita, del que es autor Ramón Acín y se inaugurará en breve en el Parque de los Niños de Huesca”.
Ramón Acín Aquilué (Huesca, 1888-1936)
Fue ilustrador y diseñador gráfico, pintor y escultor, autor de numerosos artículos en prensa y revistas de Huesca y Barcelona, profesor de Dibujo en la Escuela Normal de Maestros, pedagogo renovador y uno de los introductores del método Freinet en algunas escuelas oscenses y destacado militante anarcosindicalista. Fue fusilado en su ciudad natal el seis de agosto de 1936 y, pocos días después, lo fue también su esposa Conchita Monrás. Dejaban dos hijas de trece y once años. De sus obras escultóricas públicas (que no fueron muchas o no pasaron de bocetos y proyectos) hay que recordar el monumento al pionero de la geología, Lucas Mallada, para Huesca en 1925, el de la Fosa Común para el cementerio de la capital oscense (1927-30), que no se completó, y el dedicado al escritor oscense, Luis López Allué, colocado en el parque Primo de Rivera de Zaragoza.
Fue ilustrador y diseñador gráfico, pintor y escultor, autor de numerosos artículos en prensa y revistas de Huesca y Barcelona, profesor de Dibujo en la Escuela Normal de Maestros, pedagogo renovador y uno de los introductores del método Freinet en algunas escuelas oscenses y destacado militante anarcosindicalista. Fue fusilado en su ciudad natal el seis de agosto de 1936 y, pocos días después, lo fue también su esposa Conchita Monrás. Dejaban dos hijas de trece y once años. De sus obras escultóricas públicas (que no fueron muchas o no pasaron de bocetos y proyectos) hay que recordar el monumento al pionero de la geología, Lucas Mallada, para Huesca en 1925, el de la Fosa Común para el cementerio de la capital oscense (1927-30), que no se completó, y el dedicado al escritor oscense, Luis López Allué, colocado en el parque Primo de Rivera de Zaragoza.
Las Pajaritas, sin duda, es un lugar de visita obligada cuando se pasa por Huesca.
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