Si hay un símbolo que identifique inequívocamente a una provincia ese es el llamado "Caballito de Soria", que en realidad es una fíbula celtíbera, en este caso, de la antigua ciudad de Numancia. Y esta imagen está tan arraigada al territorio y los sorianos se identifican tanto con ella, que casi no hay máquina de monedas elongadas en la provincia de Soria que no tenga una pieza con esa representación.
Una fíbula es una pieza metálica, en este caso de bronce, que se utilizaba para sujetar a modo de broche, las distintas piezas de tela de la ropa o como se intuye en este caso, piezas de la vestimenta de batalla como el carcaj para las flechas u otros correajes, a través de las anillas que forman las patas del animal o su cola y en otros casos también la cabeza. Se han encontrado bastantes de estas fíbulas, completas o en partes, con jinete y sin él, pero la representada en estas elongadas es un ejemplar que se expone en el Museo Numantino de Soria, procedente del yacimento de Numancia en Garray.
La imagen de estos caballos no solo se encuentra en fíbulas de esa época, también en cerámicas, en figurillas y en muchos otros vestigios arqueológicos, lo que demuestra que el caballo era un animal de gran importancia en esa época, tanto en contexto civil como militar y de gran prestigio para su poseedor. Quien sabe si en un futuro lejano, los aqueólogos también se preguntarán que sentido tenía que los representáramos en nuestras queridas monedas elongadas.
Seguimos elongando.