07 noviembre 2017

Bota(s) del Peregrino.

Cuenta la tradición, no escrita, que el peregrino a Santiago de Compostela en la antigüedad, tras su llegada y abrazar al Santo, antes de regresar a su lugar de origen continuaba hasta Finisterre a contemplar precisamente eso, el "Finis Terrae", el final de la tierra hasta entonces conocida. Allí, contemplando el mar, quemaba su atuendo gastado y sucio por los muchos días de caminata y al atardecer se bañaba en las aguas del Atlántico, tras lo cual se ponía ropas limpias y emprendía el regreso.
En recuerdo de estos y todos los peregrinos que se acercan a Finisterre, existe un pequeño monumento de bronce, representando unas botas de peregrino sobre las rocas, como si su dueño las hubiera dejado ahí mientras se da el chapuzón correspondiente. Originalmente eran dos botas, actualmente debido al bandalismo, tan solo queda una y masacrada por los grafitis.
C-004-2
C-021-3
Hasta el momento, dos monedas elongadas hacen referencia a este pequeño monumento, como es lógico, en dos máquinas instaladas junto al Faro de Finisterre, una de ellas ya desaparecida. Un bonito detalle, sobretodo si has llegado allí como peregrino, pero en cualquier caso algo curioso para recordar el lugar. Seguimos elongando.

27 abril 2017

El Ecce Homo de Borja.

Seguro que todos conocemos la historia que se convirtió en fenómeno de internet. En el Santuario de la Misericordia de Borja, provincia de Zaragoza, existía una pintura mural de pequeño tamaño representando un Ecce Homo, obra del profesor Elías García Martínez.
En agosto de 2012, la restauradora local Cecilia Giménez Zueco,con buena intención, pero limitada formación técnica, deja la pintura en unas condiciones que tras ser difundida su fotografía por las redes sociales, se convierte en un fenómeno internacional, teniendo repercusión incluso en noticiarios de distantes partes del mundo.
Ha tardado, pero como era de esperar, en cuanto se ha instalado una máquina de monedas elongadas en Borja, el "Ecce Mono" ocupa uno de sus diseños, ya que actualmente es uno de los atractivos turísticos de la zona y ha puesto a Borja en el mapa, como nunca antes lo había estado. Los españoles somos así, capaces de darle fama mundial a un fracaso. Curiosamente, la imagen original del Ecce Homo no ocupa ninguno de los diseños.

Seguimos elongando.

05 febrero 2017

Lauburu

El lauburu (en castellano "cuatro cabezas") es el nombre que recibe en euskera la cruz de brazos curvilíneos.
VI-001-3
VI-002-4
Este símbolo se encuentra también muy frecuentemente entre las representaciones artísticas e ciertos pueblos europeos, como celtas y germanos, así como en dibujos y tallas visigóticas. Asimismo, pueden verse lauburus grabados en petroglifos de Galicia y en hórreos asturianos y gallegos (como por ejemplo en Grullos, Quirós y Piornedo), siendo denominados en este caso simplemente "tetrasqueles".
NA-020-4
BI-006-4
También han sido utilizadas esvásticas curvílineas de cuatro o más brazos en Aragón, donde se conocen en algunos pueblos pirenaicos como cuatrefuellas o "religadas" (este último nombre independientemente del número de brazos). Es actualmente uno de los símbolos más representativos y reconocibles de la cultura vasca, si bien tradicionalmente nunca ha sido usado, por ejemplo, en escudos o banderas de ningún territorio perteneciente a las actuales provincias de Vizcaya, Guipúzcoa, Álava y el noroeste de Navarra, en el norte de España.

Fuente: Wikipedia