El Oso y el Madroño en la Puerta del Sol de Madrid

En el corazón de Madrid, en la icónica Puerta del Sol, se alza majestuosamente la estatua del Oso y el Madroño, un emblema arraigado en la identidad de la ciudad que ha resistido el paso de los siglos. Esta escultura, que representa a un oso erguido sosteniendo un madroño, simboliza la fuerza, la valentía y la fertilidad, y su historia se entrelaza con los tejidos mismos de la evolución de Madrid.

M-003-2

Remontándonos al siglo XIII, cuando Madrid era aún una pequeña villa medieval, el Oso y el Madroño ha sido testigo de la transformación de la ciudad a lo largo de los años. Desde su origen, la estatua ha experimentado diversas modificaciones, adaptándose a los cambios y desarrollos de la urbe que la acoge.

M-012-1

La elección estratégica de la Puerta del Sol como su ubicación añade una capa adicional de significado a esta escultura. Situada en el kilómetro cero de las carreteras radiales de España, la estatua no solo sirve como punto de referencia geográfico, sino que también se erige como un símbolo fundamental en la psique colectiva de los madrileños.

M-027-3

El Oso y el Madroño no es simplemente una escultura; es un testamento visual a la historia de Madrid y a su resiliencia frente al paso del tiempo. La figura del oso, con su postura firme, encarna la fortaleza de la ciudad, mientras que el madroño, símbolo de la naturaleza y la vitalidad, añade una dimensión de crecimiento y prosperidad.

M-061-2

Así, la estatua del Oso y el Madroño en la Puerta del Sol se erige no solo como un monumento físico, sino como un vínculo intrínseco con la identidad y la historia de Madrid. Su presencia sigue resonando en la Plaza, invitando a los visitantes a reflexionar sobre el pasado y a ser testigos de la continuidad de la rica tradición madrileña.

M-084-1

Seguimos #elongando